sábado, 24 de noviembre de 2012

Desaparecidos




Aunque ese título para cualquier argentino consciente que haya vivido esa época le  sugiere  recordar a los 30.000 argentinos desaparecidos entre 1976 y 1980, prefiero centrarme en los niños.
Sé que han pasado muchos años pero no puedo dejar de pensar en que hoy hay jóvenes entre treinta y seis y 32 años que viven ignorantes de su origen, ya que también en esa época no era común decirle a los hijos adoptivos que lo eran. 
En realidad la gran mayoría desaparecieron en los tres primeros años de dictadura y tristemente fue en esos años que yo buscaba un niño en adopción, años después cuando  nos aplasto la realidad de los sucesos, no dejaba de dar gracias, a los hechos que en su momento hicieron que declináramos para algunos años más tarde esa importante decisión.
Aún conociendo la procedencia de mi hijo y la familia biológica que tiene,  no puedo dejar de leer los artículos que de tanto en tanto salen con algún "hijo" mas, que ha logrado conocer sus orígenes. 
Se han encontrado ya sea por decisión judicial o por decisión propia de cada involucrado que dudó de su identidad y se acercó a hacerse los análisis genéticos, poco más de cien niños hoy adultos  a las que pudieron restituirle su verdadera identidad, aunque nunca les podrán devolver los años robados, ni a sus padres asesinados. 
Aún quedan muchos por encontrar y comprensiblemente habrá quien después de treinta años no quiera revolver en su pasado y viva con la duda sin indagar. 
Más de trescientos niños y ahora jóvenes argentinos fueron sustraídos a sus familias durante la última dictadura militar, en algunos caso sus madres parieron en cautiverio y les arrancaron los niños sin permitirles conocer el sexo, ni mirarles una sola vez las caras. Otros fueron sustraídos de sus casas al tiempo que capturaban a sus padres. Ya respondían a un nombre, que obviamente les fue cambiado.
Muchas personas piensan que perdonar es olvidar, pero esto no se le debiera olvidar a ningún argentino de buena fé. 
Perdonar en este caso es dejar de lado el odio que despiertan estos hechos, las ganas de venganza, el ojo por ojo, pero olvidar jamás.
Un pueblo sin memoria es un pueblo sin identidad, un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro y como dijo Benito Juárez. “El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla"

Alicia.


Benito Pablo Juárez García (San Pablo Guelatao, Oaxaca, 21 de marzo de 1806 – Ciudad de México, 18 de julio de 1872) fue un abogado y político mexicano, de origen indígena zapoteca, Presidente de México en varias ocasiones del 18 de diciembre de 1857 al 18 de julio de 1872. Se le conoce como el "Benemérito de las Américas".Benito Juárez es célebre por su frase "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz."

1 comentario:

  1. Es una historia brutal, arrancar de los brazos de una madre a un hijo, sin duda lo es. En lo particular, puede sonar terrible lo que diga, pero si he crecido con amor, si he vivido creyendo que mis padres son mis padres, que mis hermanos son mis hermanos y los amigos son los que debí y primos... me pregunto ¿Por qué debo clavarme una espina en mi corazón? Además, a raíz de la búsqueda de desaparecidos se ha forjado una cuestión política de fondo, excusable para muchas otras maniobras en el Poder y en la Sociedad. Es cierto, no hay que olvidar, pero también el pasado ha de contribuir para un futuro mejor. Francamente NO ES EL CASO DE LA ARGENTINA, ni en lo político siquiera mueren por delitos más de 30.000 personas, la inseguridad es un tema candente y sin solución ¿Quiénes protegen a las familias víctimas de asesinatos, abusos, etc? NADIE. En lo social, mucho menos: más ignorancia, más pobreza, menos recursos en la salud pública, jubilados olvidados. En mi opinión, lloro por los que pierden la vida a diario injustamente y cuyos derechos son menos preponderantes que los derechos de los que delinquen. Saludos

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