Los límites del perdón

A estas alturas de mi vida, no creo mucho en el perdón, la verdad que no, por lo menos no creo en el perdón que deja un espacio en blanco en nuestras mentes y se llena con otra información u otro sentimiento.

En mi juventud era tremendamente intolerante, y trabaje mucho en mi misma para lograr ser abierta, comprensiva, tolerante……….en gran medida lo conseguí, pero me doy cuenta que a las personas que me han hecho daño de una u otra manera, nunca las he perdonado aun cuando lo creía así. 

Las he vuelto a recibir, compartí su amistad o su familiaridad, pero al menor toque de atención algo en mi despierta lo dormido y desata una furia en la que ya a estas alturas no me reconozco.

Mis hijos no entienden lo dura que soy con otras personas, yo, prefiero que piensen que soy intolerante, y sigan en la ignorancia de muchos de los golpes, que he  recibido.

Hoy para mi el perdón no existe, no es que tenga límites, es que directamente no existe, puedo echar un manto de olvido sobre las acciones que me han herido, pero ese manto es una fina gasa, que tengo que tratar con mucho esmero y porque se rasga al menor atisbo del pasado.

El que te daña sabe que te esta dañando, y no es un pisotón por el  que nos damos vuelta y avergonzados decimos “ disculpe usted! “, no que va, la persona que te daña aun cuando no tenga intención de hacerlo, lo hace y ya sea ignorancia, verborragia, o falta de cerebro, no puedes olvidar si el dolor te carcome y vuelve una y otra vez a tu mente, y te preguntas….porque a mí? porque yo? 

La mayoría de las veces no hay respuestas, solamente hay seres humanos mas propensos a dañar y personas que aunque siempre esten dispuestas a perdonar un día dicen como hoy les digo yo: el perdón no tiene límites porque no existe.

Alicia