lunes, 10 de diciembre de 2012

Otra visión de la crisis...


Estos días que se viven, a mi criterio en el mundo, pero más palpable en nuestra realidad española, nos hace replantearnos muchos aspectos de la vida que hemos vivido, que vivimos actualmente o que aún esta por llegar. A diario a mi Facebook o a mi correo electrónico llegan frases, reflexiones, axiomas, nuevos, antiguos, vulgares, exquisitos y sin importar nada de esto de alguna manera todos ellos implican  lecciones de vida o mejor dicho lecciones para la vida. 
Quien tuvo y perdió, quien perdió y nunca tuvo, quien tuvo y dilapido, quien tuvo y menosprecio, quien tuvo y ......... a que vosotros pensáis que hablo de dinero, pues no, os equivocáis, nada mas lejos de mi pensamiento, ya que no es el dinero quien nos da en mayor o menor medida la felicidad.
Se pierde lo que realmente tiene valor y prácticamente nada de ello son valores materiales.
En estos días hemos sabido de personas que atribuladas por los desalojos se han quitado la vida ¿es eso entendible? a mi parecer no, yo no soy una casa, ni un coche, ni unas vacaciones, ni siquiera soy lo que tu piensas que soy. 
Yo soy esencia y luz que resplandece guarecida o no y que no se apaga bajos fuertes vientos, ni trombas de agua. 
Eso deberíamos sentir, vivir,  aprovechar cada segundo de nuestras vidas. Sinceramente no se nada de las personas fallecidas, no se quienes eran, que móviles perseguían en la vida, a quien tuvieron ni a quien dejaron, pero ¿perder la vida por unos cuantos ladrillos? 
No puedo entenderlo y sé que mas de uno de los que me lean o me escuchen pensaran que porque no me vi en ese lugar. 
Es triste decirlo pero si he pasado por cada una de esas instancias y sin tan siquiera vivir la crisis española.  He vivido antes muchas crisis argentinas, he perdido varias propiedades y con ellas se han ido trocitos de mi vida, sobre todo porque habían sido conseguidas por el fruto del trabajo y realizadas ladrillo a ladrillo.
Siempre me dio igual, no me gusto, pero tampoco logró frustrarme , mi pequeña familia seguía adelante, riendo de cada tontería que nos llegaba a la mente  y que compartíamos.
Perder, en el sentido de perder algo tan valioso como nuestra propia vida, es perder otra vida, alguien a quien hemos amado o que quizá amamos aún hoy, mas allá del bien o del mal y eso......... pues eso también me ha sucedido y a muchos de nosotros y aún así seguimos andando, porque quedan otros afectos... otros afectos insobornables que no dejaran de existir por la vida que se va. 
Por eso no entiendo a quienes perdieron su vida por unos ladrillos, tampoco justifico la ambición desmedida de bancos y gobernantes, por lo que solo puedo 
intentar pensar que la muerte de aquellos que decidieron terminar con su vida, no será estéril,   sino que quedará de paradigma para que esto no vuelva a suceder. 
Y para que no lo podamos olvidar. Lo lograremos?

Alicia


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