jueves, 10 de mayo de 2012

Una de farmacéuticas



 

En el tema de las empresas farmacéuticas, hay mucho para hablar. Es así como en estos días recibí, el boletín electrónico de Fundación Diabetes, distraidamente lo abrí y tuve una sorpresa mayúscula. 
Se había detectado en tres estudios realizados en diferentes países europeos la posible relación entre el uso insulina glargina y el desarrollo de diferentes tipos de cáncer. 
Les quiero contar que dicha insulina se comercializa en España desde el año 2004 con la anuencia del gobierno y la provisión por parte de la Seguridad Social.
Para que podáis evaluar un poco lo que esto significa, sin pretender atosigarlos con información les cuento que:
cuando se descubrió la diabetes los enfermos tenían muy pocas probabilidades de sobrevivir ya que no existía la insulina, luego en el primer tercio del siglo pasado se descubrió la insulina y los enfermos se vieron beneficiados por insulina vacuna que producía no pocos problemas al ser muy alergénica, por la diferencia genética de estos animales con el hombre. 
Más tarde y por tal motivo se empezó a producir insulina porcina que mejoro obviamente los resultados, por reducirse considerablemente las diferencias genéticas, entre este animal y el hombre.
A principios de los noventa se pudo utilizar por fin, insulina sintética humana, con lo que los riesgos de rechazo e infecciones se vieron totalmente minimizados. 
Pero allí estaban los listos de siempre..... La insulina que se comercializa es de efecto inmediato o insulina corriente y de efecto retardado. Todas estas cosas se fueron haciendo en beneficio de los pacientes ya que los niveles de glucosa en sangre no son niveles de modificación a largo o mediano plazo sino en muy corto plazo. 
En minutos puede variar la glucosa que tenemos en sangre debido a diferentes actos. Tal es el hecho: que aumenta por la ingesta de hidratos de carbono y dismimuye ante un gasto energético normal y también extraordinario como puede ser la practica de un deporte.
Si a las personas exentas de esta enfermedad se les puede producir picos de hipoglucemia solo por realizar un esfuerzo físico sin tener en el cuerpo el alimento suficiente, imaginense lo difícil que es emular el trabajo que hace el páncreas y el hígado en este equilibrio.
La insulina de efecto retardado lo que hace es liberarla en el torrente sanguíneo a lo largo de cierta cantidad de horas y la corriente, baja los niveles de glucosa casi inmediatamente. Eso hace que las personas diabéticas insulinodependientes, vivan a fuerza de dieta, análisis antes y después de comer y ajuste en la cantidad de insulina que se deben administrar, lo que conlleva unas tres o cuatro inyecciones por día en los mejores casos.
Toda esta perorata es para que aprecien el impacto que tuvo en este colectivo la fabricacion y puesta en venta de la insulina glargina, las diferentes noticias científicas la mostraban, como una insulina estable que ahorraría los agregados de insulina corriente, por ser su efecto muy retardado y parejo a lo largo del día, dándole un buen control glucemico al paciente.
Ningún usuario se planteo que tuviera efectos adversos ya que las existentes hasta ese momento no lo tenían, mas que lo propio de sufrir hipoglucemias.
Se receto masivamente y muchos diabéticos adelantados la pidieron cuando los farmaceuticos aquí apenas la conocían y debían buscarla en el último informe de vadevecum. 
Hoy la mayoría de los diabéticos insulino-dependientes de España usan de una u otra manera esta insulina, y ahora cinco años después les dicen que por mejorar su calidad de vida como  diabéticos,  pueden contraer cáncer, algunos ya no están, se fueron quizá de la mano de la glargina, eso ya no lo sabremos nunca y a todos los que están, que son muchísimos, los compadezco y les doy toda mi solidaridad, ya que la diabetes es en sí  suficientemente traumática, como para que ahora tenga el valor agregado de usar con dudas lo que para ellos es el pan de cada día. 

Alicia

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