domingo, 6 de mayo de 2012

Sí, hay que aprender a decir no.-




Este escrito llega tarde, sí, por lo menos para mí, que al igual que el dicho "marcado a sangre y fuego" aprendí a decir no, tan habitualmente que raramente me sale un, sí.
Después de decir, sí, por muchos años por fin aprendí a decir, no. A poner distancias. A no identificar el no solo con cosas negativas, a saber que a veces decir no cuando creemos que daña a otro, en realidad lo está beneficiando. 
Hoy y hablando genéricamente, sé decir no. Aún cuando reconozco que a veces me cuesta. Sigo relacionando sistemáticamente el no, con la falta de amor, con el desinterés por los sentimientos de otros, con la posibilidad de que ese: no, me cierre puertas y entonces uso el NI, que sería algo así como: no pero.....,no, entiéndeme....,no, intenta calzarte en mis zapatos......
El problema es que la mayoría de las personas no aceptan ni entiende el NI por lo que a veces según quien y como, lo toman como un sí, otros por suerte han aprendido ha conocerme un poco y reconocen ese Ni que no es no, ni es sí, solamente es Ni, y no se molestan, tampoco se esfuerzan en que cambie de opinión, respetan el Ni que algún dia también puede ser un sí o viceversa.
Es por eso que seguiré practicando el decir: NO y en realidad a estas alturas tengo que agradecer el título disparador de este día, ya que me ha ayudado a darme cuenta que en mi interior aún me falta práctica en el tema. Me falta decir el NO que represente la aprobación de la asignatura.
Por último, NO, no me hagan preguntas que no responderé, tengamos la fiesta en paz.

Alicia

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