miércoles, 23 de mayo de 2012
La Carta
Iba despacio,caminando por la acera en aquella tarde de otoño.
El viento arremolinó un montón de hojas secas delante de ella.
De entre la espiral vegetal salió un sobre amarillento.
Se agachó y lo cogió.
La dirección del destinatario estaba borrosa,estropeada por la lluvia reciente.
No había remitente.Dudó si abrirlo allí o llevárselo a casa;optó por lo segundo.
Al llegar, colgó el abrigo y se preparó una taza de té, con él en una mano y el sobre en la otra, se sentó en un cómodo sillón. Luego lentamente abrió el sobre y sacó un papel escrito en letra cursiva, perfecta, elegante.Por su caligrafía parecía a primera vista de mujer, por un momento miró las letras sin leerlas, no quería violar la correspondencia de nadie, aún cuando no los conociera. Destinatario borrado.....sin remitente.
¿Qué hacer? ¿De qué serviría leerla? ¿Curiosidad malsana?¿ Deseo sano de saber?¿Pero no tenía ella suficiente con su complicada vida?
Bebió el té a pequeños sorbos, indecisa, dudosa; pero ¿de qué pasta estaba hecha que una simple carta anónima le alteraba su vida?
Se incorporó y fue a la cocina, metió la carta en el fregadero y seguidamente le prendió fuego. Ya está, ya no existía, un
problema menos.........
Mari Carmen Martínez y Alicia Gaona
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quioen sabe si la hubiera leido, o no?
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