miércoles, 9 de mayo de 2012

Jirones?


Entre los alambrados de la cerca un jirón de género rojo refulgía bajo el sol. Hacía días que lo miraba sin entender muy bien de donde había salido, quien lo había perdido en ese lugar, de repente en un impulso, como todos repentino, se dirigió al lugar e intento liberarlo de su prisión, le costó algún esfuerzo sin embargo logro sacarlo y extenderlo sobre el césped intentando averiguar cual había sido su lugar anterior. ¿Parte de una camisa?  ¿De un vestido? ¿Quizá algún tipo de túnica? 
El género era bastante rústico pero no más que cualquiera de los que hoy se venden para vestuarios informales. Lo sobo primero firmemente luego empezó sin sentido a acariciarlo, no sabía porque lo hacía pero su mano acariciaba y acariciaba el trapo ya un tanto mugriento, sin razón alguna.
Se vió transportado a otra época, o era otro lugar? O era otro planeta?. El trapo le seguía quemando la mano bajo la caricia, parecía devolverla o quizá se defendía? ¿De que, de quien, de que daño?...........

...….Las personas caminaban por las calles apresuradamente, entre los gritos de los vendedores del zoco. Las alfombras, alforjas, túnicas, y otros elementos se entremezclaban sin ningún orden y resplandecían bajo un sol de justicia.
A cierta distancia algo llamo su atención, un elegante vestido mas propio de una princesa que de las mujeres que a aquel lugar acudían, brillaba colgado desmadejadamente de un perchero, era rojo, brillaba y parecía mas rojo aún. Algo le resulto familiar, conocido, se acerco y sin quererlo lo empezó a acariciar distraídamente, ¿que le recordaba? ¿A quien? ¿Quien llenó sus formas y dio movimiento a sus volantes?.
Repentinamente un vendedor apareció preguntándole: ¿le gusta? ¿Es para su mujer? Para una amiga? El guardo silencio, no sabía que responder, no tenía a quien regalárselo. El vendedor seguía hablando y hablando y no hacia mas que exacerbar su paciencia.
En un ademán de querer desenganchar el vestido este se desgarro, el trozo que quedo en la mano del vendedor le era conocido, la forma, el color, el brillo al sol, volvió a la cerca allí seguía el género rojo extraño y sin dueño. 

Alicia

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