miércoles, 17 de diciembre de 2008

Las palabras que no deberian existir



El idioma castellano, o español como lo llamamos para no herir a los independentistas, es rico en palabras; todas tienen sus sinónimos, antónimos y algunas varios de ellos. De hecho  si borramos algo así como la mitad de nuestro diccionario, igual podríamos expresarnos con bastante propiedad y belleza.
Sin embargo creo que este título no esta dirigido a este hecho. Mas bien parece que se dirigiera a las palabras, mas que por la repetición de su significado, por su significado en si mismo.
De esta manera, tendríamos que borrar del diccionario palabras como: muerte, traición, deshonor, mentira, crimen,  hambre, soledad y un largo etcétera.
Pero que lograríamos con borrarlas si los hechos existen? No lograríamos nada, absolutamente nada.
Mas que borrar las palabras, deberíamos borrar los hechos, que no existiera la muerte evitable, que nadie fuese traicionado en ninguna de sus manifestaciones, que nadie tuviera hambre mientras que otros tiran alimentos y aquí volvemos a un largo etcétera.
Una utopía, una utopía grande y maravillosa, un sueño acariciado por muchos idealistas y llorado por muchos ilusos, una impotencia por lo inevitable o por lo evitable?
Quizá mas que borrarlas deberíamos resaltarlas en los diccionarios, desde los mas elementales usados en nuestra tierna infancia a los mas académicos y completos. Sí, como todas mis locas ideas, los diccionarios podrían concienciarnos desde la más tierna infancia de las palabras cuyo significado no debería existir. Así en rojo brillante como las correcciones de nuestros maestros, resaltaríamos la palabra hambre, y en su definición agregar que no debería existir y que se puede hacer para erradicarla de este mundo. De esta manera, cada uno de nosotros sabría desde su niñez que debemos compartir: la semilla, el pan, los juguetes, pero sobre todo el conocimiento, ya que nadie con un mínimo de conocimiento y un poco de habilidad puede morir de hambre en este mundo. Sirva esto como ejemplo y así sucesivamente con cada una de las palabras innombrables de nuestro lenguaje. Y algún día quizá después de muchas generaciones de estudiantes y doctos usando diccionarios rojiblancos, nos ganaríamos el derecho de volver a leer en letras negras……..sobre fondo blanco.
Alicia 

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