Una familia con agallas
Mi querida alumna:
Cuando nací fui la tercera hija de un matrimonio de clase media, tenía ya
dos
hermanos mayores. Mi hermano mayor era totalmente sano y el segundo era
hipoacúsico profundo por lo que necesitó re-educación y audífonos toda su
vida.
Yo llegaba muy sana, pero en mi nacimiento faltó oxígeno y perdí parte de
la audición. También durante mis primeros años tuve algunos trastornos de
maduración.
Dos años después nació mi hermano menor, el sí nació sordo, con
todo lo que ello implica ( reeducación – audífonos) aparentemente por lo que se sabía en la época
un raro problema de genética hacia que mis hermanos y yo naciéramos
alternadamente con problemas auditivos, a mi no me tocaba pero ya ves por otras
razones también los tuve.
Siempre me eduque en colegios públicos y no especiales, ya que en Argentina
está dividida la educación en "normal" y discapacitados y dentro
estos también esta dividido en las diferentes discapacidades.
A los nueve años tuve un problema importante de salud, un osteo-sarcoma de
hueso en la tibia. Mis padres se desesperaron pero no dejaron de luchar.
A la vez que cumplían con los
tratamientos médicos ortodoxos buscaban medicinas alternativas e
información.
El primer médico que me atendió decidió operarme la pierna y solo
al cambiar de médico supimos que había cometido un error ya que el
cáncer se me exacerbó.
Me hicieron quimioterapia y perdí todo mi cabello, lo tenía muy
largo castaño con reflejos dorados y eso fue difícil para mí, aunque usaba una
gorra de playa y todos me decían que me veía muy bien.
Fue difícil para mis padres llevar ese dolor disimulando ante mi
y si, fue difícil para mi que aunque no entendía la
importancia de la enfermedad, sufría las agresiones inevitables en
estos casos.
Un día le dijeron a mi padre que debían amputarme la pierna enferma y él se
enfado muchísimo busco ayuda e información en EEUU, España
e Italia en hospitales prestigiosos y sin dudar todos los médicos opinaban que
se debía amputar, era la única solución. Sin embargo mi papá no se dio
por vencido y nunca lo permitió. Gracias Papá por
conservar mi pierna.
En esa época usaba muy poco mi audífono ya que escuchaba un cincuenta por ciento sin el y con
el como una persona oyente. Como no lo usaba hablaba menos que otros niños de
mi edad y con alguna dificultad, hay una maestra a la que recuerdo, no precisamente
por su cariño, me regañaba mucho y llamaba a mamá muy seguido, en una de esas
reuniones la maestra le dijo a mamá:
"Usted no quiere aceptar que su hija nunca será normal y no logrará
hacer ni el Bachillerato".
Mi mamá en ese momento solo quería que yo pudiera curarme y seguir
creciendo sana a su lado, pero también es maestra y empleó conmigo y
también con mis hermanos todo su arte para que saliéramos adelante.
Gracias Mamá sin vos no hubiéramos tenido los mismos resultados.
Mi enfermedad estaba remitiendo, pero nos esperaba otro infortunio, poco
antes de cumplir mis diez años mi papá falleció repentinamente, era
muy joven, pero nos dejo un día antes de esa navidad.
Mis hermanos, mi mamá y yo intentamos seguir adelante y lo logramos, cada
uno de nosotros a estudiado y hoy tenemos trabajos prósperos y familias
propias.
Yo logré hacer mi Bachiller contra todo pronóstico y luego estudie el
Profesorado para niños sordos.
Me casé y tengo una maravillosa hija de cinco años, trabajo en un colegio
especial para niños como yo lo fui. Mi trabajo específico es hacer de enlace
con los niños que recién ingresan hasta que se pueden incorporar a
las salas generales. Ahora estoy estudiando Especialización en Tecnología de la
Información y la Comunicación en la Educación.
Estudio, trabajo, llevo adelante mi hogar y educo y amo a mi hija y amo a
mi marido.
Vos, sos mi primera alumna en una clase reglada, de mi mano
descubrirás palabras, letras y números, el arte de redactar correctamente, historia y geografía de países lejanos y
cercanos al nuestro y un universo maravilloso que descubriremos juntas, solo te
pido que nunca me digas: NO PUDE, NO PUEDO O NO PODRÉ, esas palabras no existen
para mi. Prefiero que me digas: salí a jugar, fui de paseo con mamá, la
película de la televisión era muy buena o simplemente no tuve ganas de hacer la
tarea, mientras esto sea así, te entenderé.
Y ahora a ¡¡¡¡¡¡¡¡disfrutar aprendiendo!!!!!!!! Señorita María Soledad
Alicia Gaona
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