Perdido por esos mundos. - ¡Qué alegría haber tomado las calles otra vez! - Gota a gota el agua horada la piedra.

 El guijarro corría calle abajo sin freno:

- ¡Qué alegría haber tomado las calles otra vez!

Había perdido el sentido del tiempo escuchando el monótono clac,clac,clac, de la gota de agua que la fue horadando, dejándola hecha tan solo un guijarro, por suerte, en algún momento logro al reducirse, soltarse de la cárcel natural que la atrapaba y ya transformada empezó a rodar sabiéndose nuevamente libre.

Ahora era importante que decidiera que hacer con su libertad, suele suceder que luego de una pérdida de libertad como la suya, al recuperarla, no sabes muy bien que hacer con ella. Por eso se planteó, algunas consignas una vez superado el trauma:

- No perder el tiempo aún cuando supiera que ahora era solo de él.

- Vivir con pedal a fondo siempre y cuando no hiciera daño a nadie.

- Ver aunque sea un amanecer frente el mar, sabia que seria suficiente para recordarlo el resto de su vida.

- Ah! no podía dejar de escribir sus vivencias, primero las que vivió como piedra, luego las de guijarro, con detalle y sin ocultar nada, servirían para dar animo y fe a nuevos cautivos.

- Por último no perderse por esos mundos. 

Sí, vivir- rodar, vivir - sudar, vivir - saltar, vivir - reír, vivir - amar, vivir, vivir, vivir, pero volver, siempre volver, sin perderse por esos mundos.

Alicia