Energía Violeta

Como venia haciendo desde hacia un tiempo, se sentó cómodamente a meditar, su día había sido cansador y frustrante, necesitaba que la luz de la vida lo bañara para recuperarse. Al llegar no había saludado a nadie, para que, primero debería limpiarse toda la energía negativa que traía de la calle. En el silencio de su habitación y al mas puro estilo yoguístico se sentó en sukhansana.

Poco a poco fue perdiendo contacto con el medio ambiente, ya no escuchaba el cotorreo de los niños, el ruido de la cocina armando vaya a saber que manjares, todo se alejaba, empezó a sentir a su amiga rodear su  aúrea con energía violeta, que como cada día venia a sanar su cuerpo y su alma, la luz se extendía poco a poco formando una burbuja a su alrededor, aún era muy etérea, no se densificaba, necesitaba desconectar más, hoy no podía conformarse con cosas hechas a medias, aflojo los pocos músculos que aun tenia en tensión respiro nuevamente dos o tres veces en profundidad , intentando llevar el oxigeno a los mas recóndito de su anatomía, la luz empezó a densificarse, crecía y crecía envolviéndolo en sanación. Así se dejo ir en su yo interno, sintiendo cada vez mas y mas que despegaba su alma de este mundo, su cuerpo había logrado ser etéreo a pesar del volumen. La luz lo envolvía, la luz que irradiaba también se absorbía, hasta llegar a un clímax en que con su tercer ojo abierto emitió  un haz violeta que se fundió en el vaso blanco, el vaso contenía agua, solo agua, pero ahora era agua de sanación. Ahora era agua teñida de energía violeta. Poco a poco fue volviendo a su yo comunitario, se sentía muy bien, había dejado que lo limpiase la mayor energía curativa que existe, bebió el agua del vaso, se restituyo a su mundo, de a poco, con pena por abandonar su lugar en el mundo, aunque este lugar no fuera geográfico, había buscado toda su vida la estabilidad que nos permite, asumir este mundo sin enloquecer, había buscado la paz, la autoestima, el valor humano, y en el exterior siempre hallaba cosas que lo defraudaban, ahora había terminado su búsqueda, su único lugar era dentro de si mismo. Allí podía llorar y reír, consolarse y calmarse y así volver una vez mas a compartir con su familia la paz lograda, la paz conquistada, después de todo ya nunca más serian los mismos.

Alicia